Objetivo – Establecer objetivos

Hay veces que es habitual y muy sencillo el establecer objetivos; pero para establecer un objetivo hay que conocer el estado actual. Muchas veces se pretende establecer un objetivo de mejora si tener un ratio que valore y nos de un diagnostico a nuestra situación actual.

Para que una intención pase a ser un OBJETIVO tenemos que plantearnos algunas cuestiones

ESPECÍFICO: Con este criterio debemos buscar que el objetivo no sea ambiguo, hay que dejar de manera muy clara lo que se quiere con el objetivo, hay que ser concretos.
“Quiero fabricar más” no es específico. “Queremos pasar de fabricar 25 unidades día a 33”

MEDIBLE: Nuestro objetivo debe ser tangible, se debe poder medir para obtener una evidencia cuantificable de que el objetivo realmente se ha cumplido o en qué medida nos hemos acercado. Las cifras y números, además de identificar la fuente de los datos, serán tus grandes aliados en este punto. El identificar y no modificar la fuente de datos hace que el objetivo no se desvirtúe.

ALCANZABLE: El objetivo no tiene que ser un “imposible”, pero si debe presentar un reto que te obligue a realizar un esfuerzo para lograrlo. En este punto tenemos que ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, tanto a nivel humano como técnico, es fundamental para que el objetivo sea real y justo si se es planteado a un tercero.

RELEVANTE: el objetivo debe ser realista y relevante para la empresa, debe estar en sintonía con el negocio. La relación del objetivo con el tiempo y los presupuestos disponibles es vital, el objetivo se debe poder alcanzar con los recursos disponibles o el alcanzarlo ayudará a mejorar nuestra situación de partida.

ACOTADO EN EL TIEMPO: se deben fijar plazos para los objetivos, un objetivo sin fecha no es un objetivo. Las fechas nos ayudan a crear un compromiso y fijar cuándo culmina el objetivo, es la manera de validar si el objetivo se ha cumplido o no en el tiempo previsto.